En un futuro cercano, la genética ha conseguido lo imposible. El hombre puede ya vivir eternamente. Claro, sólo lo mas adinerados tiene esa posibilidad asegurada. El resto de los comunes tiene que negociar su inmortalidad.
Una premisa interesante que abordará Andrew NcNiccol en su próximo proyecto.
Si le salió bien Gattaca, esta no lo va a ser menos.